Abuso del photoshop

05:53 PM - 1 Agosto *-. En Londres, los anuncios publicitarios de maquillaje en el que aparece la actriz norteamericana Julia Roberts serán retirados del mercado debido a un exceso de photoshop.

La oficina de control publicitario británico estableció que las fotografías están demasiado retocadas y pueden provocar confusión.

La parlamentaria liberal demócrata Jo Swinson se quejó argumentando que en tiempos en que la belleza tiene una alta valoración y los jóvenes cada vez más trastornos de alimentación la casa fabricante de cosméticos con su publicidad crea la impresión de que el maquillaje puede hacer milagros.

Se entiende que la manipulación digital con una herramienta de diseño publicitario como es el photoshop falsea los resultados que se pueden alcanzar con un maquillaje, lo cual no es honesto. La referencia que hacemos al hecho viene a cuento a propósito de que en nuestro país no solo en el arte y la publicidad se abusa de ese recurso, sino también en la política. Solo hay que ver algunas vallas donde candidatos aparecen sin una arruga, con los ojos y labios delineados, no por el maquillaje, sino por manipulación de programas de diseño como el señalado photoshop. En tiempos de campaña las calles se llenan de vallas gigantes donde  los candidatos a la presidencia o a cargos congresionales y municipales se retocan tanto que ni se parecen a las imágenes reales. Parecería que se está ante el anuncio de una película con tantos galanes de cine y bellas actrices que aparecen en las vallas, lo cual no deja de tener su pespunte. Se puede interpretar que tan falsa es la imagen con la que se promueven como  las ofertas que le hacen al electorado.

Pero, dicen que en política todo se vale.

Lo que de verdad es preocupante son los anuncios de productos alimenticios, estéticos, cosméticos, que falsean sus resultados mediante el uso de modelos con imágenes manipuladas y adulteradas, que no son resultado de los efectos y beneficios de uso.

A diferencia de Inglatera, aquí no tenemos a nadie que regule la publicidad falsa. Ahí, como se dice popularmente, estamos "mochos".