En el negocio del espectáculo se está dando un contraste muy notorio.Las presentaciones artísticas multitudinarias se realizan una detrás de otra, a veces hasta coincidiendo, atrayendo todas una considerable cantidad de público.
No bien están terminando de limpiar el terreno de un estadio, tras una presentación, cuando ya se alistan los equipos para una nueva actividad en el mismo lugar.
Empero no sucede lo mismo con los clubes y discotecas, muchos de los cuales han cerrado, y otros que se mantienen operando solo los fines de semana.
Los denominados cafés, lounge, operan con éxito por breve tiempo tras la apertura, pero como por arte de magia la gente desaparece y hace"el vacío" en el sitio.
El fenómeno ha dado al traste con varios establecimientos, que comenzaron a operar con la gente haciendo fila para entrar, pero al cabo de un breve tiempo, el público que los abarrotaba se ha marchado.
Ello se debe a la denominada rotación del público que se da en ese tipo de negocio.
La gente populariza los lugares, y les da un gran respaldo de manera muy efímera, porque luego se marcha en masa a uno nuevo.
Eso lo que explica el auge y caida de lugares como Led, Montecristo Café, y muchos otros que han cerrado o cambiado de nombre.
La situación es tan difícil y patética para ese tipo de negocio, que los bancos no están financiamiento para los mismos.
Es lo que explica el hecho de que usted salga los días de semana buscando ambiente de baile y no lo encuentre.
Y que tenga que esperar los lunes de Jet Set para toparse con una orquesta de merengue o de bachata en la capital. Cosas del tiempo...y de la rotación.
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