Compositores en crisis

Se piensa que solo el merengue tradicional está escindido del medio, sin reparar en el hecho de que el fenómeno del declive del ritmo arrastra no solo a las orquestas del género, sino también a los compositores y autores criollos.Los compositores no tienen quien les grabe, en lo que a exponentes de relieve se refiere.

Los que más brillo y realce pudieran darle a sus canciones son autores de sus propias composiciones, como es el caso de Juan Luis Guerra,Wason Brazobán, Pavel.Héctor Acosta es de los pocos con factura internacional que todavía les quedan, más que nada con sus grabaciones de bachata.

Los demás, que se aferran al merengue tradicional, se diluyen en cadaintento ante la triste realidad de que hace tiempo que en el mercado no se logra un verdadero éxito de autoría criolla, no adaptaciones ni vallenatos, como a veces se intenta.

El enfoque, como se sabe, está orientado hacia los trabajos de los"artesanos urbanos", como es el caso de El Cata, que ha llamado la atención de figuras internacionales como Shakira.

Nos resistimos a conferirle la categoría de compositor a los muchachos dicharacheros de ritmos callejeros y urbanos, y preferimos denominarlos ''artesanos musicales", porque en modo alguno lo que hacen se puede catalogar como "obra de arte".

No queremos, empero, que se interprete con ello una actitud prejuiciada de parte nuestra en torno a lo que están haciendo los"hip-hopteros", "reguetoneros", y los cultivadores del denominado "mambo de la calle".

Los artesanos fabrican un producto "gastronómico" que tiene sus consumidores, y es algo que no se puede negar, ni ignorar.

En lo que no "cuadramos" con ello es en la conceptualización de lo que hacen, a partir de los criterios que definen el arte. Algunos se hacen llamar y los llaman "artistas", pero...no lo son.