Omega no tiene asesores

Cuando Wilfrido Vargas se encontraba en el más alto nivel de sucarrera, al frente de una entidad llamada La Corporación Wilfrido Vargas, con oficinas en Plaza Naco, no daba un paso de negocio o

artístico sin consultar a sus asesores.

Llegó a tener en su staf a figuras como José Rafael Lantigua, actual secretario de Culturra, y al dirigente político Taveras, como también notables abogados, creativos publicitarios, periodistas y locutores, como J. Pena Manso Junior y Willy Rodríguez, en sus inicios, cuando operaban una oficina en el edificio Santa María de la José Contreras, propiedad de Breno Brenes y Cholo Brenes. Johnny Ventura por igual tenía su gente, entre ellos el Club de los Monos, que aunque de una manera un tanto rudimentaria y barrial, le permitía erigirse en rey de la ciudad, sobre todo de la parte alta de la capital, donde el difunto Tony Echavarría (Cambumbo), era una especie de su ‘’lugarteniente”, manejando la fanaticada de los “cueros”, que aunque muchos no lo crean desempeñaron un papel crucial en la impronta de El Caballo, cuando empezó a galopar con pasos firmes, en su camino hacia la popularidad y la fama.

Hay una especie de código o manual de sociología popular y de mercadeo que intervenían para sustentar a las grandes figuras que predominaron en la música de los ochenta, entre ellos a Fernando Villalona. De eso no se habla, porque es la parte secreta, que no tiene cosmética, que además no vivieron muchos cronistas de arte de nueva data. Pero hasta para entrar al barrio, hay que buscar con quién hacerlo. Imposible olvidar a Cambumbo, a Erminia, a Nancy, al barrio, como elementos importantes aportando a la carrera de las grandes figuras de la música. Hasta Felix del Rosario andaba coqueteando por esos predios con su Saxo Night Club en la Máximo Gómez. Pero bien, este recuento viene a cuento a propósito del merenguero Omega, que  no sale de problema, debido a que carece de gente que verdaderamente le oriente y asesore sobre muchos pasos importantes que debe dar. Si Omega tuviera gente con criterio al lado suyo, que lo ayudaran a manejar su fama y su fortuna, de seguro que no se vería en tantas dificultades y problemas innecesarios, que de no resolver adecuadamente y a tiempo, pueden dar al traste con su carrera.