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ARTE NACIONAL

viernes, 1 de octubre de 2010

"Las nuevas merengueras"

La pegada de Juliana como figura femenina de la música popular ha motivado a una serie de muchachas a lanzarse a la búsqueda de un posicionamiento como en el mercado.
Una gran parte de ellas han agotado muchos años de trabajo en escenarios de hoteles y piano bar, por lo que su preparación no es la
de jóvenes aficionadas, sino que ya tienen la experiencia de profesionales.
La tarima, noche tras noche, frente a un público diferente, da “batey”, como si dice popularmente.
Esas jóvenes que se están lanzando como líderes de orquestas tienen sin embargo un futuro incierto.
No solo por las dificultades que presenta el medio, y los recursos que se ameritan para promocionar y mercadear una nueva figura, sino también por el enfoque errado que a veces tienen sobre la realidad del mercado y la plaza que pretenden conquistar.
Nadie al parecer le plantea a esas muchachas que el público de este tiempo tiene otros requerimientos.
Que hasta las orquestas tradicionales están confrontando problemas para mantener la sustentación en base a los lineamientos clásicos del merengue.
Que no tenemos la apertura ni la efervescencia por la música que había en los ochenta.
Que hoy día para lanzar un proyecto nuevo hay que hacer como cualquier producto un estudio y un plan de mercadeo.
Resulta curioso el detalle de que casi todas las propuestas femeninas que han surgido en el merengue estén delineadas a imagen y semejanza de Olga Tañón.
Si bien es cierto que la cantante boricua creo un estilo que le permitió colocarse en los primeros planos de popularidad y estelaridad como figura femenina del merengue, no menos cierto es que ya esa modalidad está desfasada.
Que hasta en el mismo Puerto Rico se respiran otros aires en cuanto al
merengue, como lo demuestran Tony Dize y Rakin & Ken-Y.
Nadie les dice eso, y se lanzan como nuevos Quijotes montadas en
Rocinante a combatir los “molinos de viento”.
Cuando se estrellen, entonces como con frecuencia sucede, le echaran la culpa a los locutores, a los periodistas y al medio, que no le da oportunidad “al nuevo talento”.Compartir:     

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