
Lo que dijo José Tejada Gómez y habíamos denunciado nosotros es grave, porque ese derrotero lleva a mal camino a una premiación que aún son
las quejas, críticas y acusaciones que se le hacen, se ha mantenido en un plano de consideración y de credibilidad ante la opinión pública. Los premios que se hacen en Estados Unidos son comercializados de manera abierta y sin ningún rubor ni temor, porque son un negocio. Las casas disqueras y promotoras pagan a sus organizadores para que
les coloquen artistas que desean promocionar en algunos segmentos de la producción, para usar la premiación como vitrina.Y ni ha blar de como se reparten los premios. Por ello he visto como algo pernicioso el que Acroarte se esté alienando con una premiación extranjera que es el mayor negocio de promoción con que actualmente cuenta la industria de la música. Esas alianzas "estratégicas" de El Casandra con premios extranjeros son un verdadero peligro.
Este año ese proceso se inició cuando el productor René Brea de los premios Casandra asoció la actividad a empresarios artísticos y casas disqueras que utilizaron el espectáculo artístico del evento para promover a figuras internacionales que pertenecen a su catálogo. No es posible que Acroarte siga siendo atomizada por un grupo que pretende manejar la entidad como una empresa comercial, usando a los cronistas de arte y el nombre de Casandra Damirón.
En ese sentido no solo los cronistas de arte conscientes, sino también los familiares de Casandra, que deben velar por el buen uso del nombre que lleva ese evento, deberían escuchar esta voz de alerta.
0 comentarios:
Publicar un comentario