Abrevando de lo bueno

Un consejo que se les da a los nuevos cantantes que quieran trascender  es no escuchar intérpretes que no le sumen a su carrera.

Los profesores de canto siempre aconsejan a sus alumnos en el sentido de que no deben mal acostumbrar su oido a voces que no les puedan aportar nada.

Les piden que  procuren siempre escuchar a los grandes intérpretes, de

los cuales puedan aprender algo, pero que nunca se detengan en voces que pueda perjudicarles, por aquello de que “lo malo se pega”, y quien anda con cojo, al cabo del tiempo “cojea”.

En una ocasión  dije que el gran secreto de cantantes como Luis Fonsi

es que abrevan del mercado norteamericano, adoptando los elementos que definen y le dan perfil a la música de este tiempo.

Adaptar, fusionar, siempre es bueno...No copiar, porque las clonaciones producen resultados pasajeros, ya que la gente termina prefiriendo  lo original.

Indisto en que hay que escuchar a los grandes intérpretes de la música

norteamericana, entre ellos  a los negros, que siempre han sobresalido por su estilo, y el sentimiento (soul) que le imprimen a lo que hacen, lo cual los define, les confiere singularidad a e identidad.

Lo mismo va para la radio y la televisión.

No se debe perder tiempo escuchando basura, porque en el medio hay mucho material desechable y contaminante, cuyo destino final siempre será el vertedero. Lo malo siempre procura brillar, y a veces lo consigue, pero de manera efímera, no se queda para siempre.

Un ejemplo de ello lo tenemos en las llamadas megadivas, que de manera aritificial lograron llamar la atención.  Pero cuando llegó el momento en que de  verdad debieron poner de manifiesto su talento y su capacidad, murieron en el intento. Se demostró que habían logrado brillar de manera artificial y que no se prepararon para aprovechar la fama en la radio y la televisión. Por suerte varias de ellas, luego del fracaso, se fueron a la escuela, para intentar arracancar de nuevo desde la mejor y más segura pista de salida.