En la radio hispana de Nueva York se produce un fenómeno muy interesante para la música.A partir de la implementación del sistema denominado Portable People Meter (PPM) que establece de inmediato y de manera exacta la preferencia del público, los programadores de radio introducen sus cambios.
Y ocurre que la, gente según las mediciones, lo que quiere es escuchar música.
Las dos estaciones más importantes que ofrecen música latina en Nueva Yorlk se han visto obligadas a limitar la participación de los locutores en sus rutinas de animación.
Les miden el tiempo en que deben hablar para presentar los discos, y no se pueden pasar de los segundos que se les dan.
Lo que es peor, los llamados programas hablados o "talk shows" tienen que interrumpir el bla, bla, bla, cada cierto tiempo, sobre tod los matutinos, para incluir música.
De no hacerlo pierden los porcentajes en audiencia, determinantes para el predominio y la obtención de publicidad.
Curiosamente de esa situación se han estado aprovechando y beneficiando algunas estaciones de radio alternativas que operan sin licencia, pero que al no tener compromisos, se dedican por completo a la música.
A través de ella se han pegado muchos bachateros, merengueros y salseros criollos, sin tener que hacer la cuantiosa inversión que supone el promover su música en las estaciones grandes.
Así andan las cosas en la radio de Nueva York, donde a cada momento se verifican cambios de personal y de programación.
Tan diferente a lo que aquí sucede, que hay emisoras que mueren con su mismo personal y su programación de origen, inalterables, sin ningún cambio.
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