Delitos y alta tecnología,

Cuando David Bisbal fue objeto de un chantaje cibernético, que se le quiso extorsionar desde la República Dominicana, el Departamento de Investigación de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT) de la Policía Nacional, actuó de manera muy efectiva y diligente para dar con las personas que desde aquí se dedicaban a la condenable practica.

Como se hizo público en su momento, se trataba de la acción de dos damas, que de una manera se diría que muy burda, trataban de extorsionar al popular cantante español.

En ese caso el DICAT  más bien sirvió de soporte a las investigaciones que desde España había iniciado la Guardia Civil, respondiendo a una querella que interpuso el artista.

Pero el DICAT se acreditó tanto con una acción tan sonora, que hasta un reconocimiento recibió de la Guardia Civil Española.

Todo eso muy bonito, pues a nivel de imagen habla muy bien de como trabaja ese departamento, frente a tantos cuestionamientos que se hacen a la Policía en otras åreas.

Sin embargo hay que decir que la tal efectividad y eficiencia del DICAT que se puso de manifiesto en el caso de David Bisbal no es la misma que se advierte cuando se trata de artistas dominicanos y, peor aún, de gente común y corriente.

En este caso es la misma dejadez, lentitud e indiferencia de cuando un delito no compromete a alguien de arriba o de fuera.

Los delitos denominados de "alta tecnología" que se cometen a través de la internet que tienen que ver con difamación e injuria, robo y uso indebido de cuentas bancarias y tarjetas de crédito  se acumulan por montones sin que la oficina del DICAT le preste a los mismos la debida atención para su solución.